El mercado es cada vez más competitivo. Los clientes tienen miles de opciones para satisfacer sus necesidades. En este contexto, destacarse como marca es crucial. Una de las formas de lograrlo es optimizando la experiencia del consumidor cuando interactúa con tu empresa. Una sola interacción negativa con tu marca puede resultar no solo en la pérdida de una oportunidad de venta, sino también en la erosión de la confianza.
Aquí es donde el Control de Calidad (QA) se vuelve fundamental. Imaginá que tu empresa opera desde los Estados Unidos, pero vende productos y servicios tanto al mercado estadounidense como al latinoamericano. Necesitás un equipo de atención al cliente para dar seguimiento a las ventas y ofrecer soporte postventa.
Ahora bien, es esencial que las personas que interactúan con los clientes sean fluidas en español. Ya sea enviando mensajes automatizados de WhatsApp o respondiendo consultas, un malentendido del español o una traducción mal ejecutada podría cambiar completamente el significado de una frase, resultando en la pérdida de una venta.
A continuación, algunos ejemplos de frases en inglés que tienen sentido, pero que presentan traducciones absurdas e incoherentes cuando se traducen literalmente al español:
Como se puede ver en los ejemplos, no solo es necesario saber o entender el idioma extranjero, sino que la consistencia y la contextualización cultural también son muy importantes.
En TRANS-TI, ofrecemos servicios de Control de Calidad Multilingüe, donde realizamos verificaciones de principio a fin en audio, texto y video en varios idiomas, asegurando consistencia, relevancia cultural y calidad de primer nivel. Todos nuestros agentes son hablantes nativos o bilingües, y trabajamos con múltiples idiomas (español, portugués, francés, alemán, italiano, turco, árabe (global), ruso, japonés, entre otros).
El QA es un componente vital de cualquier estrategia empresarial exitosa. La experiencia del usuario puede elevar a una empresa hasta la cima o arrastrarla hasta el fondo. Por lo tanto, un buen QA es una inversión que toda empresa que quiera marcar la diferencia debe hacer para garantizar consistencia y reducir errores en sus canales de comunicación.