A través de una adecuada gestión y procesamiento de los datos financieros de los consumidores, las instituciones bancarias podrían ofrecer crédito en el momento adecuado (cuando el cliente está mejor preparado para asumirlo), simular préstamos de manera interactiva con cada cliente e incluso brindar asesoría financiera personalizada según su situación particular (donde invertir, cuándo, etc.).